Cuando el grupo de celendinos del ilustre vecindario de la otrora Villa Amalia de Zelendín recibió la orden del Intendente de Trujillo, Marqués de Torre Tagle, para adherirse a la causa de la Independencia y declararse libres del poder español, no dudaron un solo segundo para exclamar su libertad. Lo hicieron pensando en un mejor futuro, en un mañana más promisorio, en un porvenir con esperanza e ilusión. Desde entonces las generaciones venideras han contribuido magnánimamente al engrandecimiento de Celendín. Por ejemplo, lograron que obtenga el título de Distrito, luego Ciudad y en 1862 la categoría de Provincia; a la par lucharon por superar su propia realidad, cerrar algunas brechas sociales, acceder a los servicios básicos, gestionar obras de trascendencia y alcanzar una mejor calidad de vida.
Empero, a doscientos años de vida independiente y a pesar de los múltiples esfuerzos de los celendinos de ayer y ahora, seguimos aletargados en el tiempo. Actualmente en nuestra provincia altísimos son los índices de pobreza extrema, desnutrición infantil, desempleo, falta de servicios básicos, obsoleta red vial, abandono del sector agropecuario y un sinfín de problemas en diferentes aspectos, tanto en la capital como en distritos, en donde más álgidas son las necesidades.
Ante esta realidad y con motivo de tan importante fecha, en el año 2019 se constituyó un Comité del Bicentenario, integrado por las principales autoridades de nuestro pueblo y sociedad civil. En ese entonces se plasmaron algunas tareas a corto plazo, además se esbozó un plan de plan de trabajo que permitiera celebrar este acontecimiento, con la mirada puesta hacia el futuro e inaugurando algunas obras de trascendencia. Lamentablemente nada o muy poco se ha hecho hasta el momento.
Asistimos, entonces, a la conmemoración de un Bicentenario colmado de contrariedades, pero esperanzados en que -de aquí a un tiempo no muy lejano- alcancemos la plenitud como provincia. Está por demás decir que la tarea es de todos: autoridades y pueblo, pero debemos empezar a trabajar ahora.
Tomemos este momento como una ocasión para reflexionar sobre nuestro pasado y nuestro presente, preguntarnos si estamos yendo por el camino correcto, si hemos recorrido los pasos que deberíamos recorrer y si hemos cumplido como ciudadanos, como autoridades, como pueblo. Este espacio de meditación, debe permitirnos concretar nuestros propios objetivos, nuestros propios propósitos e ilusiones.
Esta trinchera, desde donde difundimos cultura e historia, no podría ser indiferente con nuestro Celendín querido, este pedacito de cielo que nos vio nacer y al que amamos tanto, es por ello que una vez más nos atrevemos a presentar una nueva edición de la Revista Oígaste, “La revista de los celendinos”, en una fecha tan especial dentro del calendario provincial. Y lo hacemos, por intermedio de nuestros escritores y colaboradores, proponiendo alternativas de solución a los problemas más urgentes que pesan sobre nuestro pueblo, sin perder nuestra esencia, nuestra razón de ser, que no es más que la difusión de nuestra historia, arte y cultura. En las siguientes páginas encontrarás temas inéditos, hasta hoy recién publicados. Nuestra única recompensa es llegar a más celendinos y que nuestra gaceta sirva como material de consulta para las generaciones venideras.
Finalmente, sumándonos a la llegada de este 2021, a nombre del Consejo Editorial, nuestra selecta lista de colaboradores y de todos nuestros auspiciadores, permítanos expresarles nuestros mejores deseos, que este Año Nuevo les traiga mucha felicidad, amor y hermosas satisfacciones. Recuerda: “El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños”. Bienvenido 2021 y un ¡Feliz Año del Bicentenario!
Fraternalmente, Eler Alcántara Rojas.
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