Celendín (CN) — La esperanza de contar pronto con un nuevo hospital para Celendín se ha visto opacada por una situación alarmante: el Ing. Panagyotis Georgios Athineos Romero, supervisor de la obra del Hospital de Contingencia de Celendín en calidad de especialista de estructuras, se ha convertido —según denuncias de los propios trabajadores— en el mayor impedimento para el avance de los trabajos.

Lejos de aportar soluciones, este profesional estaría entorpeciendo el progreso de la construcción con observaciones arbitrarias, decisiones sin sustento técnico y actitudes autoritarias, lo que está generando demoras injustificadas, malestar general y una profunda indignación entre el personal, que hoy lo señala abiertamente como un enemigo de nuestro pueblo.

De acuerdo con las versiones recogidas en el mismo frente de trabajo, Panagyotis Athineos es el principal obstáculo para la continuidad de los trabajos, pues gracias a él se han presentado los múltiples retrasos en el cronograma de avance. “Todo lo observa, todo lo cuestiona, pero nunca justifica técnicamente sus objeciones”, relatan trabajadores que prefieren mantener su identidad en reserva por temor a represalias.

A ello se suman los recientes comentarios despectivos y fuera de lugar que el ingeniero habría aparentemente realizado ante testigos, donde expresó que “Celendín nunca tendrá su hospital, que ni lo sueñen”. Estas palabras, consideradas una afrenta directa contra todo un pueblo, han generado una ola de indignación entre los trabajadores pues se trata del avance y desarrollo de Celendín. Además, califican esta conducta como déspota, irrespetuosa y antiética, impropia de un profesional encargado de velar por la calidad y el cumplimiento de una obra de tanta importancia social.

Los mismos trabajadores denuncian que Panagyotis carecería de criterio profesional y objetividad técnica, y que en más de una ocasión habría usurpado funciones, desautorizando a colegas especialistas en otras áreas dentro de la misma empresa supervisora.

Ante esta situación, los trabajadores han solicitado que la empresa Acruta & Tapia Ingenieros S.A.C. reevalúe la permanencia del cuestionado supervisor, y que se designe a otro profesional con verdadero criterio técnico, disposición al diálogo y compromiso con el desarrollo de la provincia. “Necesitamos ingenieros que trabajen con profesionalismo, no con soberbia”, expresaron los afectados, quienes advierten que la paciencia del personal y de la población tiene un límite.

Si los hechos denunciados son ciertos, la actitud del ingeniero Panagyotis no solo constituye una falta de ética profesional, sino un acto hostil contra el progreso y la salud de miles de celendinos, que hoy lo consideran, con justa razón, un enemigo del desarrollo de Celendín.